Una bebida utilizada desde la antigüedad por los pueblos indígenas amazónicos, la ayahuasca provoca el acceso a estados modificados de conciencia en los que por lo general el individuo suele tener visiones acompañadas de emociones diversas y algunos procesos de catarsis.
Hoy, la ayahuasca se ha expandido en la sociedad a través de internet y otros medios de comunicación en los que es posible encontrar algo de información sobre esta bebida, no resultando objetiva sobre particularidades como los potenciales riesgos y también los beneficios que se asocian a su consumo.
Nada mejor entonces que hacer lo posible por brindar mayor información y también más detallada para ayudar a tomar la decisión más responsable, reduciendo los riesgos y maximizando los potenciales beneficios de esta bebida para todos aquellos que decidan consumirla.
También conocida como Yagé, la ayahuasca nos lleva al origen de culturas y tradiciones que nacen en el paradigma tradicional relacionado con la salud, algo propio de estos pueblos que reconocen los beneficios de la medicina natural.
Efectos que causa la Ayahuasca
De origen quechua ayahuasca significa “liana o soga de los espíritus” y se trata de una bebida a base de plantas que crecen en el Amazonas, una de ellas es precisamente una liana llamada ayahuasca y otra es la chacruna, un arbusto de hojas verdes y alargadas. Con ambas se produce la bebida final que se mezcla y cocina con agua durante varias horas.
Lo más increíble de esta bebida es que sin conocimientos químicos y desde hace miles de años las tribus amazónicas ya preparaban combinaciones de plantas para producir efectos que hasta hoy son estudiados por la ciencia.
Recién hace cincuenta años se pudo descifrar los efectos que causa la bebida conocida como ayahuasca. Primero se detectó que las hojas de la chacruna contienen DMT, una sustancia que causa visiones, después se supo que la combinación con la ayahuasca inhibe la enzima que degradará esta sustancia en el estómago permitiendo que llegue al cerebro.
Así, la combinación de ambas plantas transformada en una bebida de color marrón causa, al ser ingerida, efectos tales que permiten acceder a estados modificados de conciencia en los que se suceden visiones, emociones y hasta procesos de catarsis, todos ellos reconocidos por las tradiciones de las tribus amazónicas como de un valor altamente sanador.
Sin embargo, cabe aclarar que la bebida conocida como ayahuasca no es un alucinógeno y según muchos expertos antropólogos especializados en chamanismo lo que se consigue con su ingesta es conectar al individuo con otros planos de la realidad pero no produce alucinaciones.
¿Para qué sirve?
La ayahuasca como bebida sirve, desde la perspectiva indígena tradicional, para reequilibrar al individuo pues actúa sobre la conciencia, partiendo de la base que la enfermedad es un desequilibrio espiritual y que lo que se busca es la autosanación.
Para ingerir ayahuasca es necesario realizar un ritual conducido por un chamán o guía especializado, pues forma parte fundamental de todo un proceso y a nivel psiquiátrico lo que produce es derribar las barreras de contención del inconsciente.
¿Cómo se ingiere?¿Existe algún ritual?
De sabor muy amargo y ácido, esta bebida se toma en pequeñas cantidades y su efecto dura unas seis horas. Lo recomendable es beber lo equivalente a un pocillo de café, pero siempre dentro de un ritual y con la guía de alguien especializado como puede ser un chamán.
Se aconseja realizar una dieta previa de 3 o 4 días a base de vegetales frescos y frutas como también el ayuno total el mismo día en que se practicará la ceremonia, ya que con esto se evita sufrir malestar estomacal, pues lo que se busca es llegar a ese momento del ritual con el estómago liviano y la mente calma.
Esta bebida siempre debe tomarse de noche y los chamanes indican hacerlo en un espacio natural que tenga determinadas características como por ejemplo forma octogonal o en círculos naturales que puedan funcionar como cajas de resonancia generando una perfecta acústica.
Siempre hay que tomarla de noche: los chamanes insisten en realizar la ingesta en un área natural, con ciertas características de una geometría sagrada.
Mientras la persona bebe el preparado de ayahuasca, el chamán o guía entona canciones sanadoras y siempre con notas repetitivas, a la manera de un mantra y según los chamanes se hace un viaje de tres niveles:
- primero se acelera el ritmo cardíaco,
- después el individuo comenzará a sentir mucho calor y
- por último llega el momento de “purga” que en la mayoría de los casos se da con vómitos.
Así, se asegura el ingreso en el mundo intraterreno y la salida de todo lo malo, de ahí que siempre es necesaria una explicación previa para que la persona no entre en pánico por falta de preparación.
Durante el ritual la persona pasa por diferentes instancias donde se siente más vulnerable en principio, más tranquilo después y llegando a un proceso de conciliación y por último a activar el tercer mundo cuando la persona se abre para recibir las cosas buenas de los demás.
Riesgos, ¿a quién no se le recomienda?
Así como puede ser un experiencia increíble para muchas personas, no todo el mundo puede tomar ayahuasca y en especial no se recomienda a personas con problemas cardíacos, diabéticos o consumidoras de medicamentos psiquiátricos y en este último caso solo puede tomarse después de seis meses de haber suspendido toda medicación antidepresiva.
Una sesión de ayahuasca puede durar hasta 7 horas y existen centros o grupos especializados, pero siempre es conducida por un chamán o facilitador o una persona experimentada ampliamente en este tipo de ritual y que conoce bien la forma de guiar la sesión.
Existe 3 tipos de sesiones, la tradicional que es la chamánica, la terapéutica y la religiosa y cada una de ellas varía según el tipo de sesión y la persona que actúa como facilitadora, pero lo fundamental es que la decisión de participar de este rito siempre tiene que tomarla la misma persona y no puede hacerlo un familiar o amigo y en lo posible se recomienda elegir sesiones donde se ofrezca realizar un seguimiento y brindar ayuda de ser necesario.
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