jefe zodiacoSi hay alguien de quien realmente es muy útil conocer “el pie del que cojea” es nuestro jefe, o nuestra jefa. Linda Goodman, reputada astróloga definió las actitudes típicas de cada jefe en función de su signo del zodiaco, te invitamos a conocer unos extractos de su estudio.

Cómo son los jefes de cada signo del zodiaco

El jefe Aries no puede tolerar el trabajo hecho de mala gana o la falta de entusiasmo en quienes le rodean. Esperará de ti la misma dedicación a la empresa que él tiene, e igual preocupación por su futuro. Es probable que sea rápido en contratarte, rápido en ascenderte… e igualmente rápido en señalarte tus errores.

Tauro está decidido a ser justo con todo el mundo. No se apresura a juzgar, no espera milagros de la noche a la mañana, no se molestará porque te lleve algún tiempo adaptarte a sus métodos y a sus procedimientos establecidos. Te dará oportunidad de que encuentres tu camino, y más de una vez se hará el distraído si ve que tropiezas. Pero no te confundas ingenuamente respecto de su objetivo final.

Quiere que las cosas se hagan a su manera. Mientras sus métodos sigan dando resultados, Tauro se mantendrá fiel a ellos, y está dispuesto a gastar gran parte de su enorme reserva de paciencia para encontrar empleados que se adapten a su molde.

Géminis funciona a base de ideas, principios y abstracciones; la monotonía y las responsabilidades materiales terminan por reducir el vuelo de su espíritu. De ahí que lo primero que hace es ejercitar su agudo espíritu de discriminación para delegar autoridad en quienes le rodean.

Jamás será monótono. También es raro que sea dogmático. Sus opiniones son flexibles. No podrás engañarle ni confundirle, porque su mentalidad mercuriana captará instantáneamente las circunstancias, atravesará las cortinas de humo y verá con absoluta claridad todos los aspectos de la cuestión.

Si tu jefe es Cáncer, tu trabajo estará más seguro si cuidas la raya del pantalón, la pulcritud del peinado y la rapidez con que funcione tu cerebro que si le haces unas cuantas bromas e intentas ocupar el papel de coprotagonista.

Es un maestro en el arte de captar lo que gusta a la gente, y de ofrecérselo con sustanciales beneficios.

Tiene una memoria de elefante. Es raro que un jefe Cáncer se olvide de algo, y eso incluye a qué hora llegas, a qué hora te vas y cuantas veces vas a lavarte las manos mientras estás en la oficina.

Pero también se acordará de las noches que te hayas quedado después de la hora de salida y te recompensará, no solamente con justicia sino incluso con generosidad.

Tu jefe Leo tendrá la sensación de que los impuestos, las leyes laborales y los derechos sindicales son fruto de una conspiración personal contra él. La mayoría de los Leones son excelentes organizadores, y absolutamente geniales cuando se trata de delegar autoridad.

A Leo no le gustan los detalles. Prefiere pintar el cuadro en grandes pinceladas, y dejar que de las minucias, tales como cifras y estadísticas, te ocupes tú.

Si le ofreces ideas originales, estará encantado contigo, pero prepárate para verle sonreír, al día siguiente, diciendo: “Es una de las mejores ideas que he tenido jamás”.

Virgo es capaz de tomar los proyectos más disparatados, llenos de mil cabos sueltos, y llevarlos a la realidad.

Virgo no se andará con muchos miramientos cuando se le pide una opinión crítica. No será un jefe que pase por alto los errores. Nunca le digas que tiene una reunión a las tres de la tarde si en realidad es a las tres menos cuarto, porque te las verás con un jefe irritable y quisquilloso que te señalará tu error con minuciosa franqueza.

En cuanto a defenderte recordándole que él mismo extravió los papeles que necesitaba precisamente para esa reunión, ni lo pienses.

Una pizca de crítica ya es mucho para el jefe Virgo.

Por su parte habrá muchas, y sólo una manera de evitarlas: no cometer errores.

EL jefe Libra, cuida que en el ambiente de trabajo se respire paz. Los empleados tranquilos y contentos son más productivos.

Libra promueve una actitud de colaboración. Las confrontaciones trata de resolverlas como un buen juez, conservando la objetividad y escuchando con atención a las partes implicadas, para llegar a la decisión más justa posible.

La vida, para tu jefe Escorpio, es una búsqueda de sapiencia y poder. Él quiere saber todos los secretos del cielo y del infierno… y de todo lo que haya en medio. Y por supuesto, tú estás en medio.

Si le gustas, trabajará sin límite para ayudarte, ascenderte o llevar a su culminación tus sueños y esperanzas, junto con los de él. Si no le gustas, no vale la pena que sigas leyendo. Para empezar, jamás te contratará y, si contratarte dependía de algún otro, no durarás mucho en tu puesto.

Sagitario rara vez se pone gruñón. Solo de vez en cuando, si alguien trata de sofocar el fuego de su entusiasmo, o si ese pesado del contable insiste en recordarle lo que significan las cifras de su informe de gastos del mes pasado.

Generalmente, tu jefe Sagitario es un hombre cordial, optimista, alegre. No es muy estricto con los permisos por enfermedad ni con las vacaciones.

Es generoso y estupendo para levantar la moral.

Cuando cree que algo es justo, lo defiende con fiereza, y a ti te produce una sensación grata y cálida trabajar con un hombre así. Es tan democrático que no podrá dejar de gustarte, aunque a veces sus modales directos y su franqueza brutal resultan difíciles de aceptar.

Sus críticas las formula abiertamente y por lo general con una total ausencia de tacto.

Capricornio insiste en el cumplimiento del deber. Es raro que levante la voz para dar órdenes; su tono es áspero, pero normalmente tranquilo, salvo en las raras ocasiones en que la estupidez o el descuido le hacen gritar. En esas oportunidades, parece echar chispas.

Sus modales formales y serios intimidan a veces a los visitantes, pero quienes trabajan para él han descubierto su buen corazón, y no soportan que los de fuera le critiquen…

Si son ineficaces, Capricornio les hará arder las orejas, pero también reciben pagas extra cuando se lo han ganado. No se complace en halagos ni adulación, pero escucha con simpatía los problemas personales de sus empleados y se asegura de que coman bien y de que salgan con botas de goma cuando llueve.

A Acuario le disgusta tomar decisiones, se sienten incómodos dando órdenes, no tienen ningún deseo especial de dirigir a nadie.

Es posible que sea distraído y olvidadizo, excéntrico e impredecible, a ratos tímido y después audaz, pero tras esos ojos extraños y un poco ausentes, por debajo de la actitud desapegada y distante hay una mente que parece una trampa para cazar osos.

Agrégales una afinadísima cualidad de percepción intuitiva, echa en la mezcla su inquietante capacidad para analizar, disecar y sopesar los hechos con una penetración tan aguda como el filo de una navaja y -para que no falte nada- su seguro instinto que le lleva a hacerse amigo de todo el mundo,  sazónalo con su amplia visión liberal que se extiende hasta muy adentro del mañana y que abarca la imagen en toda su magnitud, mientras otros se pierden en los detalles, y comprenderás su eficacia.

Piscis no ha nacido para ser jefe sino para servir a la humanidad, ni para acumular poder ni construir enormes imperios.

Puede que sea de los que gruñen cuando algo les irrita. Tiene el don de las palabras, y cuando se muestra rudo, la suya es una rudeza cáustica que puede escocer un poco, pero será raro que lo veas en una actitud agresivamente dominante o auténticamente despreciable y mezquina.

Cuando tus ideas y tu conversación le parezcan interesantes, tu jefe Piscis te escuchará con halagüeña concentración, en silencio y con sinceridad. Si lo que le dices le aburre, su mente divagará.

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