Muchos de vosotros estaréis aún abriendo regalos y otros estaréis ultimando los detalles para celebrar la última cita navideña, el día de los Reyes Magos. Muchas son las comidas y cenas que hemos celebrado estos días y cada una con un simbolismo y una tradición escondida y por lo tanto el día de reyes no va a ser menos.
Seguramente todos tenemos ya en nuestras neveras o encargados en la pastelería el tradicional Roscón de Reyes, ese bollo relleno de nata o de trufa o crema o de prácticamente lo que más nos gusta que esconde un regalito y que no falta nunca.
¿De donde viene esta tradición del roscón de reyes?
Si decíamos que la tradición de las 12 uvas de la suerte en nochevieja era una costumbre relativamente nueva y con muchas versiones, del origen del roscón de reyes podemos decir casi lo mismo.
Como se come el día de reyes todos podríamos pensar que está relacionado con la llegada de los Reyes Magos a Belén, pero parece ser que está tradición está relacionada con las Saturnales Romanas (fiestas dedicadas al Dios Saturno y realizadas por los romanos) en las que se preparaban unas tortas redondas hechas con miel, dátiles e higos y que se repartían independientemente de la escala social.
En el interior de estas tortas se introducía lo que hoy conocemos como “el haba de la suerte” y se dice que el esclavo que encontrase el haba se libraría durante un tiempo del duro trabajo.
También se dice que el roscón que comemos aquí en España se asemeja a una corona real y que la tradición de comer el roscón y de meter un “regalo” en el interior llega a nuestras tierras sobre el siglo XVIII gracias a los Borbones y gracias sobre todo a que el rey francés Luis XV quedó enamorado de este dulce y se dedicó a expandirlo por toda Europa.
Hoy en día se celebra esta tradición el día 6 de enero porque los franceses utilizaron el roscón como postre en la celebración de una tradicional fiesta infantil navideña esa misma fecha, y al traer el roscón a nuestras tierras también trajeron el día en el que poder degustarlo.
¿Cómo podemos hacer un Roscón de Reyes en casa?
Necesitamos:
650 gr de harina de fuerza
250 ml de leche (si queremos reducir alguna caloría podemos elegir la versión semi o desnatada)
25 – 30 gr de levadura
120 g de azúcar
120 gr de mantequilla o margarina
2 huevos y 1 yema
10 gr de sal
Piel rallada de 1 limón y 1 naranja
Y para decorar podemos recopilar:
Frutas escarchadas
Azúcar
1 huevo batido
1 naranja
Paso 1
Mezclamos la leche tibia con 2-3 cucharadas de harina y con la levadura y lo removemos todo enérgicamente. Tapamos la mezcla y lo dejamos fermentar 15-20 minutos en un lugar calentito.
Paso 2
Cuando la masa haya fermentado, en un bol echamos el resto de harina y el resto de ingredientes (azúcar, sal, ralladura de limón y naranja, leche, 2 huevos), la masa fermentada y la margarina/mantequilla derretida. Nuevamente removemos con energía para conseguir una mezcla homogénea.
Paso 3
Añadimos harina en una mesa y amasamos con nuestras mano la masa, dándole forma de bola. Una vez conseguido, metemos nuestra masa en forma de bola en un recipiente y lo tapamos con 2 paños húmedos durante 2-3 horas en una zona cálida de la casa.
Paso 4
Veremos que la masa ha cogido volumen. La sacamos del recipiente y en la mesa con harina la volvemos a amasar dándole la forma de roscón. Una vez conseguida la estructura, lo dejamos reposar durante una hora (cubierto y en una zona cálida). Pasada una hora decoramos nuestro roscón con los elementos seleccionados.
Paso 5
Una vez decorado, metemos el roscón al horno precalentado a 180º unos 20 minutos. Una vez sacado del horno, lo dejamos enfriar y es el momento de insertar el relleno que más nos guste (nata, crema, chocolate…) y de esconder el “regalo de la suerte”.
¿Habéis sido los afortunados en encontrar el “haba de la suerte”?
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Stefani Lozano // Dietista – Nutricionista
