asertividad y decir no

Una fuente de conflictos importante, de noches en vela, de ruptura de relaciones y de la que no escapamos ninguno, es la que se produce ante la diferencia entre lo que YO quiero y lo que el OTRO me demanda.

Como regla básica nadie debería hacer lo que no quiere hacer y es evidente que hay áreas de nuestras vidas en las que esto es más sencillo (es más fácil decirle No a tu pareja que a tu jefe) pero debemos entender que no seguir esta regla básica nos lleva a la frustración, a la ira (más o menos proyectada) y a la pérdida de poder personal.

Si no aprendemos a creer en esto como un derecho fundamental podremos generarnos algo tan desagradable como la culpa.

Postergar la decisión porque sabemos que queremos decir No pero somos incapaces de enfrentarnos a ello nos produce mucha Ansiedad.

¿Cómo lo resolvemos pues?

1º Interiorizar nuestros derechos asertivos

Sólo somos capaces de defender nuestros derechos cuando realmente tenemos interiorizados que lo son. Tenemos clarísimo que tenemos derecho a vivir y que absolutamente nadie tiene derecho a quitarnos la vida.

De la misma manera debes interiorizar los siguientes derechos:

  • Derecho a ser tratado con respeto y dignidad
  • Derecho a tener y expresar tus propios sentimientos y opiniones
  • Derecho a ser escuchado
  • Derecho a establecer tus necesidades, prioridades y tomar decisiones
  • Derecho a cambiar de opinión
  • Derecho a decir NO
  • Derecho a estar solo
  • Derecho a pedir lo que quiero ( y respetar que el otro ejerza su derecho a decir NO)
  • Derecho a equivocarte
  • Derecho a tener éxito
  • Derecho disfrutar
  • Derecho a superarme aunque con ello supere a personas a las que amo

Desde el empoderamiento que nos proporciona interiorizar esta lista, seremos capaces de aprender a defenderlos de forma fluida.

No debemos olvidar que al igual que son derechos para nosotros, el otro tiene exactamente los mismos. No podemos pretender ser respetados si nosotros nos vamos saltando continuamente los derechos de los demás.

2º La expresión asertiva

Hemos hecho el trabajo fácil, el que se hace de forma privada con uno mismo, pero ahora hay que sacarlo afuera, ahora toca enfrentarnos con el OTRO… Ya hemos sacado la CULPA, pero tenemos que lidiar con la ANSIEDAD.

Para eliminarla tenemos que centrarnos en la forma de comunicarnos.

El primer paso es tener muy claro qué es lo que el otro demanda de nosotros, hay que escucharle y asegurarnos bien de lo que se esconde tras la petición.

Voy a poner los ejemplos de la pareja y el jefe para que entendamos que podemos aplicarlo en cualquier ámbito de nuestra vida.

  • Cariño, ¿vamos esta tarde de compras?

Resulta que a ti esa tarde sólo te apetece quedarte tumbado en casa, entras en pensamientos rumiativos, no quieres desilusionar a tu pareja, pero TIENES DERECHO A NO SALIR DE CASA, y sigues elevando la rumiación mientras piensas, cómo no se da cuenta de que estoy cansado…

Asegúrate de qué es exactamente lo que quiere, ¿pasar la tarde juntos y esa es la actividad que se le ha ocurrido? ¿Ir contigo de compras pero puede esperar a hacerlo otro día?…

Una vez que tengas claro cuál es el deseo latente y la parte de ti que se niega a la petición inicial es fácil llegar a una negociación satisfactoria para ambos.

Estas son algunas resoluciones posibles:

  • Preparar un plan alternativo en casa
  • Comprar juntos desde una página on-line
  • Postergar la salida a otro día
  • Que tu pareja busque otra persona para ir de compras mientras tú te quedas en casa preparando una estupenda cena para cuando vuelva…
  • Martínez, quiero que redacte para mañana el plan de viabilidad del proyecto X

Miras tu mesa de trabajo, en ese momento estabas súper centrado en el proyecto Y, los pensamientos rumiativos son de escándalo…

Toca negociar (o despedirte, o despedirte después de darte cuenta de que tu jefe es un cafre con el que no se puede negociar)

Ve a su despacho, entérate de si el proyecto X es verdaderamente prioritario, explícale lo bien que estaba saliendo el proyecto Y, hazle saber que por el bien de ambos proyectos no puedes trabajar en ambos a la vez….

3º Practicar, practicar, practicar

Mírate al espejo, sonríe, repite conmigo: TENGO DERECHO A DECIR NO

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