Podemos pegarnos toda la vida como aprendices en la senda espiritual, y lo cierto es que mientras estamos vivos estamos aprendiendo, pero llega un momento de nuestra evolución, en el que debemos alcanzar la maestría, sin importar que sigamos disfrutando de aprendizajes.

La maestría espiritual es la integración total en nuestras vidas, de estas 12 leyes universales

  1. Las 12 leyes de la maestría espiritual 1 AUTO-MANIFESTACION: Liberarse del “Juego de Culpabilidad Víctima-Victimario” y asumir con responsabilidad todas las manifestaciones que llegan a nuestra vida, reconociéndolas como proyecciones directas de un aprendizaje previsto, aprendiendo desde la conciencia personal.
  2. AUTO-SOBERANÍA: Liberarse de la necesidad de ser aprobado o de rebelarse contra cualquier forma de “autoridad externa” comprendiendo que tú, como manifestación del Espíritu Divino, tienes la capacidad de co-crear tu propia libertad personal sin violar los derechos espirituales de los demás y sin permitir que otros violen tu derecho espiritual a Ser.
  3. AUTONOMÍA: Asumir la responsabilidad personal y tener presente que en todo momento, solo tú eres el único responsable de la forma como decida ENCAUSAR TUS ENERGÍAS PERSONALES.

Nada ni nadie tiene el poder de “afectarte o perturbarte” para justificar o validar respuestas o reacciones, ideas, intenciones o acciones personales de tipo espiritual.

Eres TÚ quien “se auto-afecta”, permitiendo al cuerpo emocional seguir las percepciones erróneas del cuerpo mental que te dicen que tu poder reside fuera de ti mismo.

En todo momento, estás en capacidad de ELEGIR el tipo de palabras, asociaciones e ideas que usarás como filtros, a través de los cuales interpretar una situación.

  1. AUTO-DISCIPLINA: Al aceptar la responsabilidad del direccionamiento de nuestras energías personales, en lugar de oponernos a ellas, mayores resultados se podrán experimentar.

Se requiere de auto-disciplina para convertirse en el “domador del león” de la mente subconsciente que frecuentemente ruge,  para ayudar a que la sombra de nuestro subconsciente evolucione a través del amor pero con un redireccionamiento firme, haciendo que ese león se convierta en un “gato mimoso” que se unirá felizmente a nosotros en nuestras co-creaciones constructivas.

La auto-disciplina emerge cuando nos recordamos emplear consistentemente los pensamientos, acciones o actitudes “Espiritualmente Correctos”, incluso aunque no “nos gusten” cuando la sombra empieza a acercarse sigilosamente desde “bien abajo”.

  1. AMOR-PROPIO: Es nuestra responsabilidad amar y nutrirnos a través del don ilimitado del Espíritu Divino que se mueve a través nuestro en todo momento.

El amor auténtico debe llegar desde dentro y solo puede obtenerse a través de una conexión espiritual auténtica con el Ser-Divino eterno y su inherente conexión con toda la creación.

Si buscamos amor “fuera” de nosotros para satisfacer una soledad personal o carencia interior, podemos establecer relaciones de tipo “vampiro energético”.

El Amor Propio es una responsabilidad de madurez espiritual.

  1. INTEGRIDAD ESPIRITUAL: Es de nuestra absoluta responsabilidad elegir actuar con integridad espiritual todo el tiempo.

La integridad espiritual requiere que asumamos siempre una posición firme y una mirada frecuente sobre la forma de conducir nuestras vidas, hacer frente a aquellas áreas de actividad donde se utilizan estilos espiritualmente incongruentes y desplegar un compromiso y disciplinas activos para hacer que estas áreas de nuestras vidas sean Espiritualmente Íntegras.

Cultivar la integridad espiritual es una responsabilidad mayor en el sendero de la maestría espiritual y la forma como el universo trabaja.

  1. APRECIACIÓN: nuestra sociedad actual continuamente nos enseña a “desear más”, “necesitar más”, “ser más”, “hacer más”, etc. Muy raramente nos detenemos a pensar en TODO lo que tenemos, empezando con el don de la Vida y el libre albedrío mental. A través de ese filtro perceptual desvirtuado, empezamos a cultivar una mutación ‘desarrollada’ de conciencia mental.

Podemos trabajar para cultivar la habilidad de APRECIAR incluso el más pequeño de los dones, bendiciones y gestos, y así empezaremos a crear una vida que por lo menos sea “medio llena” y no “medio vacía”.

En términos de física universal, hacia donde enfocamos nuestra atención, eso atraemos; lo que se resiste, persiste y a aquello hacia lo cual no se da la energía de la apreciación, no se manifestará el derecho a ser experimentado.

  1. PACIENCIA: La Fuente Divina tiene su propia agenda. Podemos, o bien reconocer esta realidad intrínseca de manifestación y elegir trabajar de modo co-creativo con la Fuente Divina interna, confiando en que conjuntamente, tú y el universo creareis el “Tiempo Divino Perfecto” (y si el AHORA no es el momento “Correcto”, EXISTE una buena razón para ello) o permitir que el ego propio trate de forzar su voluntad sobre la naturaleza intrínseca del tiempo.
  2. BONDAD: Cuando consideramos el mundo con un corazón genuinamente bondadoso, que envía amor y respeto hacia toda la creación haciendo honor a la Fuerza Divina que vive dentro de todas las cosas, estamos, de nuevo, transmitiendo energía eléctrica desde una frecuencia más elevada que seguirá la mecánica de la física universal para atraer más de eso mismo a nosotros a través del flujo universal del retorno.

La Bondad implica ser consciente y solícito de las necesidades, sentimientos y deseos propios y de los demás; expresar esta preocupación y demostrarla mediante una correcta acción, actitud e intención.

  1. CONSERVACIÓN: La conservación demuestra que tenemos respeto y apreciación por el regalo que la energía creativa de la Fuente Divina nos ha provisto. Mientras aprendamos a usar esta energía en todas sus formas con respeto e intención pura, progresivamente afinaremos nuestra habilidad para crear lo que deseamos, y en este proceso asistimos a todos los seres a hacer lo mismo. Hay verdad en el viejo dicho: “Quien no malgasta, no pasa necesidades
  2. COOPERACIÓN Y DIPLOMACIA: La existencia es y será siempre un esfuerzo co-creativo. Debemos estar dispuestos a permitir a otros seres la satisfacción de sus necesidades y deseos si esperamos tener nuestros logros. Crear mediante la actitud de“Ganar-Ganar” y crear con la intención de DAR genuinamente son formas naturales de ser.
  3. SENTIDO: Aprender a identificar y aplicar apropiadamente tanto el “Sentido Común” como el “Sentido No Común” del saber espiritual nos permitirá establecer el mayor balance de expresión de la energía al interior de todos los aspectos de nuestras vidas.

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