Antioxidantes versus radicales libres, equilibrio es igual a salud

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antioxidantes vs radicales libresLos radicales libres forman parte de nuestro organismo y cada vez se dan más datos sobre los efectos nocivos de los mismos, especialmente cuando atacan las células y derivan en diferentes tipos de cáncer. Afortunadamente, el cuerpo también se puede nutrir de antioxidantes, que son los encargados de combatir los efectos de los primeros.

Para comprender un poco mejor el funcionamiento de ambos átomos, lo primero que haremos será explicar qué son, para posteriormente hablar de la importancia que tiene ingerir antioxidantes de manera natural, sana y equilibrada, para poder gozar de buena salud física y mental, pero también para cuidar nuestro aspecto exterior.

¿Qué son los radicales libres?

Como decíamos al comienzo, los radicales libres son átomos, por lo general de oxígeno, pero que resultan muy inestables y dañinos para el ser humano. Algo que puede resultar curioso, ya que, en realidad, también son los encargados de intervenir en algunas fusiones fisiológicas beneficiosas para el ser humano, pero, por lo general, tienen la gran virtud de dañar las células y material genético de nuestro cuerpo.

El funcionamiento de estos átomos es algo complicado de explicar, pero a modo de resumen y para hacernos entender, cabe mencionar que los mismos se originan como una reacción química de nuestro cuerpo por la utilización de un alimento o producto que concreto.

Al originar esa reacción química, nuestras células, que necesitan oxígeno sano para poder desarrollarse correctamente, se ven afectadas y esto puede dar como consecuencia los siguientes efectos:

  • Desarrollo de diferentes tipos de cáncer, por el aumento de células cancerígenas producidas por los mencionados radicales libres.
  • Problemas del sistema nervioso: el impulso nervioso disminuye y no sólo él, sino que también se reduce el correcto funcionamiento de la memoria o el aprendizaje. Otra de las consecuencias graves en este sentido, es que la irrigación de sangre no lleva de manera correcta al cerebro y, por tanto, se produce la demencia senil.
  • Artritis, ya que las células que regenerarían nuestro tejido, no pueden hacerlo por la excesiva presencia de radicales libres.
  • Problemas de visión
  • Disminuyen nuestras defensas, ya que las células que tenemos no estarían sanas y, por tanto, nuestro cuerpo no podrá protegerse ante diferentes agentes que quieran atacarlo.
  • Problemas cardiovasculares, los radicales libres atacan las células de nuestro corazón.
  • Envejecimiento de la piel: ya que las células de la misma no se regeneran debido al efecto nocivo de los radicales libres.

Como decíamos, los radicales libres son generados por nuestro propio cuerpo, pero también existen otros agentes (internos y externos) que provocan el aumento de los radicales libres como es el caso del: estrés,  la fatiga o del ejercicio muy intenso y constante, en lo que a factores internos se refiere.

En cuanto a los factores externos que hacen que aumente el número de radicales libres, cabe mencionar los siguientes: una alimentación poco equilibrada y que contenga muchas grasas saturadas o que sea pobre en antioxidantes, el alcohol, el tabaco (ambos matan nuestras células sanas, propiciando que los radicales libres vayan ganando terreno), la contaminación ambiental, los rayos ultravioletas o la excesiva exposición a aparatos de radiología (de ahí que las personas que trabajan en este sector deban tener muy en cuenta las precauciones a tomar para cuidar de su salud integral).

Para combatir los radicales libres, es necesario protegerse de los factores que antes mencionábamos, además de tomar siempre una dieta sana y equilibrada, en la que los antioxidantes tengan una gran importancia, ya que son los encargados de combatir a los radicales libres en nuestro organismo.

¿Qué son los antioxidantes?

Los antioxidantes son moléculas capaces de retardar o prevenir la oxidación de otras moléculas/células, tal y como se extrae de la definición del portal wikipedia. Los mismos cuentan con vitaminas y minerales, que ayudan a combatir los radicales libres y, por tanto, a mejorar nuestra salud. Es por ello que la ingesta de los mismos a través de diferentes alimentos se hace necesaria en una dieta sana y equilibrada, si queremos cuidar de nuestra salud física y mental.

Los antioxidantes se diferencian en dos grupos:

  • Los endógenos, que son las enzimas o proteínas, que no desaparecen al reaccionar contra los radicales libres y que son independientes de sus cofactores.
  • Los exógenos, que son aquellos que provienen de la dieta que tomemos y que sí que desaparecen al luchar contra los radicales libres, por lo que la ingesta de los mismos debe ser continua en nuestra alimentación diaria.

Si nuestro cuerpo contiene la cantidad adecuada de los mencionados antioxidantes, estaremos hablando de que tiene aportes de: vitamina C y E, betacarotenos, cobre, selenio, zinc,  o magnesio.

Todos ellos los podemos encontrar en los alimentos, si nos encargamos de consumir una dieta sana y equilibrada, además de hacer algo de ejercicio suave diario o, al menos, 2 o 3 veces por semana.

¿Cómo ingerir antioxidantes?

Como acabamos de mencionar, nuestro cuerpo necesita ingerir los antioxidates mencionados para su correcto funcionamiento. Antioxidantes que podemos encontrar en la alimentación, como, por ejemplo, en el siguiente listado de productos (a ser posible, intentar que los productos que se consuman sean de temporada y de cultivo lo más natural posible, para que la calidad de los mismos no se vea mermada:

  • Vitamina C: que podemos encontrar en hortalizas, frutas o verduras, como los pimientos, la col, el repollo, las fresas, el melón, el kiwi, la naranja, el limón, el mango, la piña o el caqui, entre otros.
  • Vitamina E: que nos ayudará a retrasar el envejecimiento celular y que podemos encontrarlo en el aceite de oliva, la soja, el germen, de trigo, los cereales, los vegetales de hoja verde o los cereales de grano, entre otros.
  • Betacarotenos: que encontraremos, principalmente, en verduras de color verde, rojo y amarillo o anaranjado, como las zanahorias, las espinacas, la calabaza o el brócoli, entre otras.
  • Cobre: que podemos encontrar en el pescado, marisco, vegetales verdes, hígado o cereales completos y que actúan como antiinflamatorios naturales, además de como antiinfecciosos, con los beneficios que ello conlleva para nuestra salud diaria.
  • Selenio: que encontraremos en huevos, cereales, frutas, carnes y pescados, especialmente en los blancos que, además, son mucho más ligeros y nos ayudarán a hacer una mejora digestión.
  • Zinc: los huevos, cereales completos, el arroz, la cebolla, la avena, las setas, las judías, el ajo, el perejil o la carne, contienen zinc.
  • Magnesio: que podemos encontrar en algunos frutos secos como las almendras o las avellanas, también en los caracoles, pepitas de girasol, germen de trigo o soja en grano, entre otros productos.

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