Cuando tu YO SUPERIOR muestra, tu propio final. Esta es mi historia…

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Experiencias sobre la muerteSinceramente creo que a estas alturas de la evolución humana deberíamos de ser más conscientes de que toda nuestra vida puede de repente impactar contra un tremendo muro de hormigón y paralizarnos hasta quitarnos de en medio. Suena duro pero es la realidad.

Hace ya tiempo fui diagnosticado de una afección cardíaca grave. Había peregrinado de médico en médico durante largos meses sin que dieran con la causa. Después de todo este valioso tiempo perdido, mi corazón necesitaba descansar.

No podía más.

Me sentía cansado, debilitado, depresivo, dolorido… tenía muchos sentimientos de ira y rabia hacia las personas que me atendieron en el hospital culpándoles de absolutamente todo. La enfermedad del corazón hizo que sacara el peor de mis llantos y opté por la resignación. Tenía un buen puesto de trabajo y una salud de hierro … y lo perdí todo.

Ahí estaba yo, tirado en la habitación que me había visto crecer, donde la seguridad que había sentido siempre se derrumbaba a pedazos dando paso a un lugar oscuro y frío. Tras 1 mes en la cama tuve un sueño;

un sueño que me paralizó por completo y que me alertó de que si no cambiaba o no afrontaba la enfermedad no tardaría mucho en morir.

Sonaban las campanas de la iglesia mientras el coche fúnebre llevaba mi cuerpo a la iglesia, donde toda mi familia esperaba. La escena que se repite cada semana en mi pueblo y en la cual todo el mundo despide a la persona fallecida. Recuerdo el dolor en el rostro de mis familiares y recuerdo perfectamente cómo me llevaban hacia dentro de la iglesia para despedirme por siempre. Hacía mucho frío y habia un gran silencio.

De repente desperté.

Este misterioso sueño que había resumido mi propia muerte hizo que me levantará medio sudando y asustado. Yo no me quería morir, entonces ¿por qué este sueño? Mi estado físico seguía siendo deplorable.

En los días siguientes tenía cita en un médico privado, ya que creía firmemente que el tratamiento que me habían indicado en la seguridad social no coincidía con mis síntomas. Y así fue … este médico tiró por tierra el diagnóstico y me dio un atisbo de esperanza, cambiándome de medicación y asegurándome de que aun siendo un proceso largo me iba a curar.

Pasaron 3 meses desde aquel misterioso sueño y yo cada vez estaba más animado. Podía andar y salir a dar paseos. Poco a poco estaba viendo pequeñas progresiones que daban mucha fuerza para seguir adelante. Me acosté como cada noche y apagué la luz.

Y de nuevo apareció la escena del coche fúnebre. Llevaba mi cuerpo en aquella fría caja y me acercó a donde estaban mis familiares para que pudieran coger la caja y así llevarme a la iglesia para despedirme. Misma situación que hacía 3 meses, mismo dolor en el rostro de los familiares, mucho silencio y frío. Sin embargo cuando me estaba llevando hacia la entrada de la iglesia fui totalmente consciente de que estaba muerto y que me estaban llevando hacia la capilla, y acompañado de un grito demoledor di un puñetazo por dentro a la caja y partí la tapa en mil pedazos al mismo tiempo que decía: ¡quiero vivir!

De repente desperté

Es una sensación muy agradable cuando has tomado otra vez el control de la situación y puedes decidir. Pues hasta estando dormido tomamos decisiones que cambiarán nuestra vida por siempre. Después de aquel día todo comenzó a cambiar y fui mejorando poco a poco hasta sentirme bien y poder llevar una vida normal.

Nuestro subconsciente nos está avisando a cada rato de lo que tenemos que cambiar en nuestras vidas, y esta manera tan representativa de decirme que no iba por el camino correcto fue la prueba de que en la vida hay un poder superior a nosotros que está constantemente ayudándonos y nunca debemos obviar.

 “Hay que esperar lo inesperado y aceptar lo inaceptable. ¿Qué es la muerte? Si todavía no sabemos lo que es la vida, ¿cómo puede inquietarnos conocer la esencia de la muerte?” Confucio

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