La confianza, la traición y el perdón- Raquel Blanco

0
2732

corazon traicionHola de nuevo, mis queridos compañer@s del camino, ¿cómo os va la vida? Hoy me gustaría compartir con vosotros unas reflexiones sobre la traición y el perdón. Casi que podrían ir así, en ese orden. Soy persona confiada, me sale de una forma natural y espontánea el confiar en las personas.

La confianza, la traición y el perdón

A lo largo de mi vida me he ido encontrando con personas que han traicionado mi confianza, mas a pesar de los palos que la vida me haya podido dar, sigo confiando en la vida, y en las personas… hasta que me demuestran lo contrario. No me sale ser desconfiada y mi experiencia es que es la mejor actitud.

El mejor escudo es la inocencia.

Cuando te vuelves desconfiado, es como que si le dices al universo… “hey, no me fío de ti, no confío…” y de alguna manera es como la imagen reflejada en un estaque, porque la vida nos devuelve aquello que proyectamos.

Por eso, querido amigo, no dejes nunca de confiar en la vida y ella confiará en ti. El mejor escudo, la inocencia.

Esto no quiere decir que serás inmune al dolor de posibles traiciones, eso no digo, o que seas tonto de puro bueno, no! Usa tu sentido común y se justo, no bueno. Es mejor ser traicionado por tus amigos que desconfiar de ellos.

¿Por qué? preguntarás… pues yo te digo… la conciencia tranquila relaja el alma, saber qué piensas, sientes y actúas sin traicionar a nadie es muy importante de cara a sobreponerte de posibles resultados no esperados de la vida.

Sin embargo cuando desconfías, y aunque ni siquiera te des cuenta de ello, estas proyectando en los demás tu desconfianza y vas con un letrero invisible para ti pero que los demás están viendo donde dice: no me fío y por tanto no te fíes de mí…

La confianza para mí es sinónimo de amor, lealtad, respeto y reconocimiento hacia a ti mismo y hacia los demás.

Puede tardar años en construirse fuerte y sólida, mas en un instante, cuando es rota la confianza por un acto de traición, puede que no se vuelva a reparar, como un folio que una vez arrugado nunca vuelve a su posición original, tan plano y liso.

De hecho, prefiero que me digan “confío en ti” a que me digan “te quiero”, porque no siempre confías en la persona que amas (igual no es amor, sino apego, claro…) pero siempre amarás a la persona en la que confías.

Una sola mentira cazada en la persona que confías, bastará para crear duda en cada verdad expresada desde ese momento.

Es un daño muy difícil de reparar. Y una vez rota la confianza, decir lo siento no servirá para mucho porque a partir de entonces la duda siempre asomará… La mejor prueba de amor es confiar… eso es amor verdadero e incondicional, mas no ciegamente, pues es tu responsabilidad estar atento de lo que sucede a tu alrededor.

Una vez rota la confianza por traición queda lamerse la herida producida y sentida en tu corazón mediante el perdón, tarea nada fácil pero imprescindible para no quedarte atascado en tu dolor, prisionero de tu sufrimiento.

Piensa que no somos perfectos y que mientras no haya sido a propósito, quizás más por un acto de ignorancia, perdonar está en tu mano, es una decisión tuya.

¿Cómo?

Poniéndote en la piel de la otra persona y comprendiendo los motivos o razones que le impulsaron a ello, para después reconciliarte contigo mismo, puesto que todos cometemos errores.

Midamos a los demás con la misma vara que nos gustaría que nos midieran a nosotros. El perdón primero pasa por perdonarte a ti mismo, pues es lo que realmente está en tu mano.

No seas juez ni verdugo ni siquiera de ti mismo, se indulgente y compasivo contigo, pues eres la persona más importante de tu vida. Cuando lo hagas, te darás cuenta que has liberado al verdadero prisionero: tú mismo…

Artículos relacionados: Conciencia y realidad

La confianza se gana, el respeto se da, la lealtad se demuestra. La traición a alguna de las tres provoca perder todas.

 raquelblanco

Información sobre Raquel aquí: Raquel Blanco Coca

Dejar una respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here