Si quieres practicar un baile que ponga en sintonía tu cuerpo, tu mente y tu espíritu, ese es la Danza del vientre.
Se trata de una danza milenaria, muy en auge en la actualidad, que proporciona además múltiples beneficios en nuestro organismo, tanto físicos como espirituales.
¡Y no pienses que este baile oriental es sólo cosa de mujeres!
Cada vez hay más hombres que se animan a practicarlo porque los resultados son igualmente válidos para uno y otro sexo.
Historia acerca de la Danza del vientre
En primer lugar, hagamos un poco de historia acerca de esta disciplina. La danza del vientre es un baile que aúna elementos de la tradición de Oriente Medio y del norte de África.
Se trata de una danza muy antigua cuyos movimientos principales se realizan con la cadera, aunque también se mueven otras partes del cuerpo.
Cómo y por qué surgió este baile es aún una incógnita puesto que hay muchas teorías acerca de sus origenes.
Unos dicen que proviene de los bailes de las sacerdotisas de los templos, otros indicios hablan de la danza que se ejecutaba previamente a dar a luz, otros afirman que es un baile religioso, otras teorías afirman que es una danza que proviene del pueblo gitano…
En cualquier caso, sea cual sea su origen, lo que sí es cierto es que se trata de un baile muy ligado a la naturaleza con movimientos que combinan la suavidad con la rapidez, movimientos sensuales que conllevan además una gran espiritualidad.
Se trata de una danza que trabaja la expresión de los sentimientos y del estado de ánimo a través de los movimientos. Conecta cuerpo, mente y espíritu.
¿Es difícil de aprender?
Como todo en esta vida, es cuestión de práctica. Hay algunos movimientos sencillos que puedes practicar en casa, mejor delante de un espejo.
Por ejemplo, el ocho: se trata de imaginar que hacemos un 8 con nuestra cadera. Hay que mantener las rodillas dobladas y los brazos arriba.
Otro de los pasos es colocarse de perfil, con los brazos extendidos y un pie delante de otro, echamos el peso de nuestro cuerpo al pie que tenemos delante y movemos suavemente la cadera en la misma dirección.
Otro de los pasos que puedes realizar es el ‘baile de la cadera’: se trata de mover las caderas rápidamente en diferentes direcciones: al frente, atrás, hacia abajo, hacia arriba.
Se trata de ejercicios simples que puedes realizar para comenzar a tener contacto con esta danza.
En cualquier caso, los brazos se pueden mover a un ritmo y en una dirección diferente a la que tome nuestra cadera.
También se realizan movimientos de pecho, hombros y, en algunas ocasiones, de piernas y pies.
Así que es un baile muy completo en el que se mueven muchos músculos y partes del cuerpo, no sólo la cadera como se podría pensar en un principio.
En la danza del vientre todos los movimientos conllevan un significado, así los movimientos lentos simbolizan la tristeza y los movimientos rápidos, la alegría.
Hay que tener en cuenta también la indumentaria para practicar este baile oriental, que ha de ser cómoda, ligera y que ofrezca gran flexibilidad para poder realizar todos los movimientos sin ningún obstáculo.
Beneficios que aporta la práctica de esta disciplina
Las bondades que ofrece la danza del vientre son tanto físicas como mentales. Enumeramos, a continuación, una serie de beneficios para la salud que se pueden obtener con la práctica regular de esta danza milenaria. Desde luego, no son pocos, y todos ellos contribuyen a nuestro bienestar y conllevan a una mejora notable en la calidad de vida.
- Aumenta la autoestima.
- Mejora la flexibilidad.
- Tonifica la musculatura del suelo pélvico (vejiga, útero, vagina y recto, en las mujeres). Por lo tanto previene la incontinencia urinaria.
- Mejora la musculatura lumbar y abdominal.
- Ayuda a corregir la postura corporal.
- Favorece la digestión y puede eliminar el estreñimiento.
- Reduce los dolores menstruales.
- Mejora las relaciones sexuales.
- Mejora la circulación sanguínea.
- Previene la artrosis.
- Quema calorías.
- Elimina tensiones, por lo tanto ayuda a mantener a raya el estrés.
- Aumenta la concentración.
- Previene la osteoporosis.
- Aumenta la resistencia corporal.
- Previene el insomnio.
- Aumenta la capacidad pulmonar.
- Refuerza el sistema inmunológico.
Danza del vientre masculina
La mayoría de las veces que pensamos en este baile oriental lo asociamos a su ejecución por parte de mujeres.
Pero también los hombres lo pueden realizar, y, de hecho, los hay que realizan esta disciplina con la misma perfección que una mujer.
Por lo que se refiere a la feminidad del baile, en el caso de que sea un hombre el que lo realice, no tiene por qué parecer femenino ya que depende mucho del estilo que utilice y la actitud y el sentido que le dé el hombre a la hora de bailar.
En los últimos años los hombres se están animando, poco a poco eso sí, a practicar este tipo de danza.
Para todas las edades
La danza del vientre pueden practicarla desde niños hasta ancianos. No hay edad para mantener el cuerpo y la mente en forma, y este baile oriental es una prueba más de ello. Practicada por niños puede ayudarles a corregir malas posturas y a desarrollar la memoria y la expresión corporal.
Además, puede ser una buena terapia para aquellos niños más retraídos porque les ayudará a dejar el pudor a un lado y a divertirse conociendo su cuerpo.
Y, por lo que se refiere a las personas de edad avanzada, esta danza les sirve para atenuar los dolores de las articulaciones, para evitar la osteoporosis y para prevenir el envejecimiento. También les ayuda a ejercitar la memoria.
Así que, hay que olvidarse del pudor y animarse a practicar una disciplina con la que, además de disfrutar, obtendrás grandes beneficios para la salud, tanto físicos como mentales.
Tu cuerpo y tu espíritu te lo agradecerán.
Además, es un baile que se puede realizar a cualquier edad e independientemente de si se es hombre o mujer.
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“Bailar significa ser tú mismo, más grande, más hermoso, más poderoso. Esto es poder en la tierra, y es tuyo para que lo tomes”- Martha Graham
