sientes, oyes o ves

Las personas percibimos la realidad de forma diferente, lo que en muchas ocasiones nos conduce a una falta de entendimiento, a una mala comunicación, a una mala interpretación de los comportamientos de los otros, en definitiva, a un empobrecimiento de nuestras relaciones sociales.

El problema no es la diferencia de percepción sino el no ser conscientes de esas diferencias.

El primer filtro con el que construimos la realidad es la percepción. Percibimos algo con nuestros sentidos y después la mente se encarga del resto, el error es considerar que la persona que tenemos enfrente está percibiendo exactamente lo mismo que nosotros….

Existen tres canales perceptivos, el visual ( lo que percibimos con nuestros ojos), el auditivo (lo que oímos) y el Kinestésico (las sensaciones informativas que nos produce el tacto, el gusto y el olfato). Salvo fallo orgánico todos percibimos la realidad con los tres canales, pero siempre hay uno de ellos preponderante para cada persona, por lo que lo que percibes tú y lo que percibo yo ante una misma situación, puede ser muy diferente.

Pongamos un ejemplo…

Tres personas van a cenar a un lugar donde nunca antes habían estado, cuando terminan la cena intercambian impresiones.

Persona Visual: La iluminación era perfecta, me ha encantado el detalle de colocar un foco encima de cada mesa, hacía tiempo que no veía una idea tan brillante…

Persona Auditiva: Qué maravilla de sitio, la música ambiente tenía el volumen adecuado y se podía conversar sin escuchar a los otros comensales, al fin un lugar donde se hacen eco de la necesidad de una sobremesa armónica.

Persona Kinestésica: Con el corazón en la mano os digo que me he sentido muy acogido, el lugar tenía mucha calidez, la textura de los platos era exquisita y el local no olía a cocina.

Vemos en este caso que el diseñador del ambiente tuvo muy en cuenta los tres aspectos de la percepción humana y por ello aunque los tres amigos dibujaran una realidad con distintos matices, el resultado fue bueno para todos.

Sin embargo si el dueño del local hubiera descuidado la extracción de humos, la temperatura del local, el suavizante de sus servilletas… el kinestésico hubiera tenido una mala experiencia en el restaurante.

Si la música estuviera muy alta, las paredes resonaran, las mesas estuvieran colocadas de forma que escuchases la conversación de la pareja de al lado, el auditivo hubiera tenido una experiencia desagradable.

Una mala iluminación, caos visual, mala atención a la decoración… conseguirían que el visual no recomendase ese local a nadie.

Con este ejemplo nos damos cuenta de la importancia que tiene conocer cuál es nuestro canal de preferencia y cual es el de nuestro interlocutor para una comunicación más eficaz.

¿Ves, oyes o sientes la realidad?

Si tenemos que hablar ante un público heterogéneo resulta muy útil utilizar expresiones que resuenen (como diría un auditivo) con todos ellos.

Veamos (visual) qué podemos decir (auditivo) para que todos sientan (kinestésico) tu mensaje

PREDICADOS VISUALES

Imagen, aparecer, mira, lo veo claro, enfócate, es mi perspectiva, vaya panorama, esclarecer, pintoresco, ilustrar, lucidez, mirar por encima del hombro, a primera vista, visiblemente, brillante, claro, oscuro, está claro, veamos…

PREDICADOS AUDITIVOS

Me suena, resonar, mencionar, me pregunto, estar a tono, no me grites, hacerse eco, soy todo oídos, dime, escúchame, orquestado, armónico, oídos sordos, prestar oído, grave, agudo, estar al son que más se baila, cri-cri, oratoria…

PREDICADOS KINÉSTESICOS

Decisión firme, cojo la idea, cálido, acogedor, no me presiones, ligero, pesado, denso, llevar la corriente, frialdad, conmover, con los pies en la tierra, suave, mullido, con el corazón en la mano, estar al sol que más calienta, te siento, qué dulce, compréndeme….

¿Cómo distinguir la modalidad de preferencia de una persona?

La forma en la que hablamos, nos movemos y miramos comunica de forma contundente cuál es nuestro canal preferido de percepción.

Visuales:

Personas inquietas, gesticulan al hablar, miran hacia arriba, captan la información como un “pantallazo”, volumen y ritmo alto al hablar, respiración y hombros altos.

Auditivos:

Cabeza ladeada, respiración regular, captan la información de forma secuencial, tamborilean los dedos, miran hacia los lados, recuerdan más lo que escuchan que lo ven.

Kinestésicos:

Respiración profunda, tocan mucho al hablar, arrastran los pies, respiración lenta, captan la información tocando, haciendo, probando… disfrutan de las comidas y los perfumes, mirada hacia abajo.

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