las cuatro moradasOs presentamos una maravillosa práctica budista que permite alcanzar la iluminación en última instancia pero que por el camino nos proporciona una vida más plena, más serena, más amable…

Los Brahmas son seres celestiales que  pasan su tiempo practicando estas cuatro moradas sublimes. Es un modo puro de vida en donde se elimina el odio o la mala voluntad, el deseo o apego y otras impurezas mentales. Son consideradas la mejor y la correcta actitud hacia todos los seres, ya que la práctica se debe desarrollar hacia todo aquello que tenga vida.

Las cuatro moradas sublimes

Las cuatro moradas sublimes son: Mettà o el ejercicio del amor benevolente; Karuäà, o el ejercicio de la compasión;  Mudità,  el ejercicio del regocijo y  Upekkhà el desarrollo de la ecuanimidad.

 Mettà, amor benevolente.

Podemos definir Mettà  como aquello que es pegajoso o húmedo. Cuando uno experimenta mettà hacia los demás nos adherimos a ellos, nos moldeamos.

Mettà significa un deseo genuino por el bienestar de todos los seres. ‘Deseo genuino’ significa ‘deseo’ no asociado al apego, es un deseo puro, pura buena voluntad hacia todos los seres.

Mettà supone la ‘liberación del corazón’ porque elimina las impurezas mentales de la mente, la más importante, el odio o el resentimiento.

Beneficios de la práctica de Mettà, según recogen los textos budistas.

  • Duerme confortablemente, despierta confortablemente, no tiene pesadillas.
  • Es amado por los seres humanos, es amado por los seres no humanos, es protegido por las divinidades, fuego, veneno, armas no lo afectan.
  • La mente se concentra fácilmente
  • La expresión es serena,
  • Muere sin confusión y si no penetra las Cuatro Nobles Verdades renacerá en el plano de los Brahmas.

¿Cómo practicar Mettà?

  1. Considerar el peligro del odio, la mala voluntad y el resentimiento, que son peligros para los demás, pero también para la propia mente y el cuerpo.
  2. Considerar la ventaja de la paciencia.
  3. Orden de la práctica: Debemos empezar a practicar mettà con nosotros mismos, superada esta etapa, lo extendemos hacia una persona por la que sintamos gran respeto, seguimos extendiéndolo hacia una persona querida, hacia una persona neutral para acabar emitiendo mettà hacia una persona que consideramos hostil. Si el resentimiento surge hacia la persona hostil, éste se debe eliminar.

Buscaremos en primer lugar las cualidades que sí somos capaces de encontrar en esa persona, entender que no conocemos qué le lleva a comportarse como tal, recordar los beneficios que la practica de mettà nos traerá a ambas partes, hacerle un regalo.

d). Romper las barreras. Uno debe practicar mettà hacia los cuatro tipos de personas, uno mismo, persona querida, neutral y hostil, y no ver diferencia entre los cuatro; uno ve a los cuatro como una persona.

  1. e) Extendemos la actitud mettà hacia todos los seres no humanos
  2. f) Asumir que el enemigo cercano es el deseo o apego y el enemigo lejano es el odio o resentimiento. La práctica de mettà es exitosa cuando disipa el enojo o el resentimiento; fracasa cuando produce apego o deseo.

Karuäà,  la morada de la compasión

Karuäà es un estado mental que hace que el corazón (mente) de los seres tiemble cuando hay sufrimiento en los demás. En otras palabras karuäà es un deseo genuino de aliviar el sufrimiento en los demás.

El objetivo de karuäà son los seres en estado de sufrimiento. Pero se puede practicar hacia seres que no están sufriendo pero que están realizando malas acciones y sufrirán las consecuencias de las mismas de acuerdo con la Ley del Kamma

En la práctica de Karuäà el enemigo cercano es la pena, la tristeza, sufrir con los demás. El enemigo lejano es la crueldad, el deseo de ver o hacer otros seres sufrir. La práctica de karuäà es exitosa cuando disipa la crueldad, mientras que fracasa cuando produce pena o dolor.

Mudità, donde mora el regocijo

Mudità es el regocijo ante la prosperidad y éxito de los demás. Es el opuesto a la envidia.

El objetivo hacia quien practicaremos mudità son los seres que han obtenido prosperidad, éxito, felicidad.

El enemigo cercano de esta práctica es involucrase demasiado con la prosperidad de los demás, tener apego hacia ésta. El enemigo lejano es no estar feliz con la prosperidad de los demás.La práctica de mudità es exitosa cuando disipa la envidia y fracasa cuando produce apego.

Upekkhà, la morada de la ecuanimidad

Upekkhà es ver con imparcialidad, concibiendo a los seres como propietarios de sus acciones.

Es situarse en el medio, no caer en el extremo del apego o deseo ni caer en el extremo del odio o resentimiento.

El enemigo cercano es la ignorancia mientras que el enemigo lejano es el apego o resentimiento. La práctica de upekkhà es exitosa cuando disipa el deseo o el enojo y fracasa cuando produce ignorancia.

Las cuatro moradas sublimes pertenecen a la meditación de tranquilidad y pueden conducir a los estados de iluminación.

Aun cuando uno no alcanza estos estados el resultado inmediato de la práctica de las moradas sublimes es tranquilidad y pureza mental, libertad de tensión, estrés, depresión y estados insanos.

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