personas toxicas

Ninguno estamos a salvo de tener que compartir espacio con personas tóxicas, de hecho, a veces lleva su tiempo reconocerlas y para cuando lo hacemos puede que nos hayan metido en su tela de araña, complicando nuestra vida y nuestras relaciones.

Están por todos lados y siempre tienen el radar puesto para capturar a sus víctimas potenciales, que suelen ser personas confiadas y de buen corazón.

¿Dónde actúan las personas tóxicas?

En cualquier sitio, pero tres son los ámbitos donde más problemas nos pueden acarrear.

  • En el trabajo. Aquí debemos tener muchísimo ojo, porque estas personas son auténticos supervivientes por su capacidad de mutar hacia el Sol que más calienta. Crearán problemas y serás tú quien pague las consecuencias, desde el aislamiento social hasta el despido.
  • En los grupos de amigos. Es uno de sus terrenos favoritos, captan a uno de los miembros y envenenan, producen enfrentamientos entre los miembros y pueden terminar dinamitando al grupo o sacando a alguno de sus miembros.
  • En la familia. Las familias son microsistemas, y cuando además tenemos familia política existen varios microsistemas actuando a la vez y en prácticamente todos, existen personas tóxicas que intentan que todo el sistema gire en torno a ellos y sus necesidades.

¿Qué tipos existen?

  • Pobre de mí. Eternas víctimas, el mundo está contra ellos de forma injustificada, se ganan tu atención apelando a tu buen corazón, haciéndote creer que sólo tú puedes salvarles, hasta que te das cuenta de que no buscan ni solución ni salvación.
  • Yo es que soy rubia… o tonto, tonto… Este mecanismo suele ser más utilizado por mujeres aprovechando el machismo imperante de la sociedad, apelan a tu sentido de la justicia para que salgas en su defensa y cuando te des cuenta se habrán apropiado de tu espacio y de tus relaciones.
  • Manipuladores, narcisistas y embusteros. Estos son muy difíciles de desenmascarar porque al contrario que el resto juegan desde la superioridad, estar con ellos “mola”, son divertidos, muy sociables y saben estar… El problema es que consiguen hacerse imprescindibles para ti, de manera que apuestes siempre por ellos, y en el momento en que dejan de necesitarte se volatizan. La mejor manera de identificarlos es conocer su círculo íntimo, si sus amistades no son de largo tiempo, con lo maravillosos que parecen, huye!
  • Si la envidia fuera tiña…. Envidiosos, criticones, te envuelven para que formes parte de su visión negativa del mundo, no les interesa compartir contigo los buenos momentos, pero cuando algo o alguien te hiere, los tienes ahí ahondando en la herida.
  • Vampiros. Personas que vibran muy bajo o tienen enormes fugas de energía lo que les lleva a robar la energía de los demás. Pueden parecer personas normales e incluso pueden ser personas que forman parte de tu vida. Las reconocerás por la sensación de agotamiento que te invade tras pasar un rato con ellos.
  • Hoy por mí, mañana también. Sólo están para pedir y tienen la habilidad de que te sientas mal cuando no les das y de desaparecer instantáneamente cuando necesitas algo.

¿Cómo protegernos?

  • En el trabajo. No entrar en “mini-pandis”. A veces resulta complicado porque puedes llegar nuevo a un trabajo y que existan grupos formados enfrentados entre ellos, y todos intentarán captarte. Focalízate en el trabajo y ten una actitud cordial con todos sin entrar en críticas, chismes y demás. Observa bien a las personas y a las relaciones que ya existen antes de dejarte arrastrar por tu lado emocional. Te juegas tu puesto de trabajo!
  • En tu grupo de amigos. En tu grupo puede haber personas tóxicas que no son demasiado peligrosas, todos os conocéis y simplemente se trata de establecer los límites adecuados para que no te afecte de forma personal. Decir no a los jetas, no pasar demasiado tiempo con los vampiros o pagarles un curso de Reiki para que se autoabastezcan, no entrar en cotilleos… El problema es cuando entre alguien tóxico nuevo, porque afectará al sistema. Normalmente vendrá de la mano de uno de los miembros que habrá mordido el anzuelo, lo mejor en estos casos es hablar en privado con nuestro amigo y decirle lo que hemos detectado, si la relación es sólida, el tiempo mostrará cuál de los dos estaba equivocado pero no romperá los lazos existentes.
  • En las familias. Ufffff sudores me entran. Es un tema muy complicado porque se entremezclan obligaciones morales, lazos afectivos… Aquí se impone el establecimiento de fuertes límites mentales en nosotros mismos, tener muy claro, que nadie, aunque sea un familiar, tiene derecho a robarnos la alegría de vivir, ni a exigirnos nada. No permitirnos entrar en el chantaje emocional ni en las guerras ajenas entre otros miembros.

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