En la vida conocemos a muchas personas que aparentan ser lo que no son, que parecen emanar amor y espiritualidad pero realmente utilizan disfraces para ocultar su realidad, para atraer personas, seguidores, para encajar, para estafar y un sinfín de motivos más. 

En el ámbito del amor y espiritualidad, es donde mayormente podemos encontrar este tipo de personas disfrazadas, quienes fingen ser seres espirituales pero son todo lo contrario. 

Existen muchas personas que tienen confundido el sentido de ser espiritual, es como si “ser” espirituales e interesarse por estos temas automáticamente te convirtiese en alguien “mejor” de lo que eres. 

Ser espiritual es algo que va más allá

Al parecer, también existe un tipo de creencia bastante generalizada sobre las personas que son espirituales, como si se tratase de una serie de pasos que se deben seguir para llegar a la iluminación espiritual, entre estos, estaría meditar cada día y hablar siempre de amor y espiritualidad.

También se les atribuyen otras cualidades como ser vegano o vegetariano, no fumar, practicar mantras, tener algún don especial como la sanación, la telepatía, la videncia, percepción extrasensorial, etc.

Lo cierto es que el amor y espiritualidad no es simplemente una faceta más de la vida, es la vida en sí, y el camino interno de autoconocimiento y auto aceptación (sin condiciones): se ingiera carne o no, se fume o no, se practique la meditación o no, se haga el amor o no, etc. 

Es la única llave hacia esa iluminación y alta frecuencia vibracional que tanto es buscada y tan mal interpretada por muchos, porque seguramente, al menos en algún momento de tu vida, conocerás a seres excepcionales que no practican ninguna particularidad espiritual, pero que sí practican fielmente el respeto incondicional.

Y por otro lado, también se conocen a otras personas (no menos excepcionales) que tienen este camino confundido, que no tienen idea lo que es el respeto incondicional, y que, al contrario, si conocen muchas técnicas espirituales, e incluso practican Reiki, meditación, etc. 

Recuerda que no fumar, no te hace mejor persona. Fumar, tampoco te vuelve peor, al igual que todo lo que mencionamos anteriormente. 

Muchas personas tienen un enorme complejo de inferioridad, lo que los hace sufrir de baja autoestima y de falta de amor propio. Optan por entrar en estos mundos “espirituales” en busca de la valoración que no consiguen dentro de sí mismos.

Los vendedores o disfraces de espiritualidad

¿Ser espiritual te hace sentir más especial, mejor o superior a los demás? ¿Utilizas la espiritualidad para evitar tus miedos, dolores y tus zonas ossanas? ¿Tu espiritualidad humana te desconecta de la tierra integradora y de la verdad?

Estas son preguntas importantes, porque dentro de las respuestas se esconden unas claves importantes que van a ayudarte a distinguir a las personas que usan disfraces espirituales, son el cebo con el que te intentan pescar los llamados “vendedores de espiritualidad”.

¿Cómo reconocerlos?

Son personas que aparentemente tienen una reputación alta y son bastante conocidos dentro del pequeño mundo del amor y espiritualidad. Físicamente visten como se espera de ellos, y se comportan y maquillan perfectamente como tal. 

Incluso, pueden llegar a escribir hasta libros, y tienen una cadena de seguidores, cosa que impresiona fácilmente a las personas nuevas.

Estos vendedores espirituales te cobran los cursos a un precio realmente alto, y luego de que pases una semana o dos de retiro con ellos, puedes llegar a salir con la sensación de que: o cambias unas cuantas cosas de tu vida o no te adaptas a ellos. 

Muchas personas que se encuentran o se sienten solas y desean ser parte de una pequeña comunidad, son capaces de llegar a sacrificar más de lo que deberían, incluso su identidad propia. 

Cuando te encuentres en alguna reunión, pueden comenzar a querer cambiar tu manera de vestirte, de peinarte, incluso en casos extremos te propongan cambiarte el nombre y de vivienda, te digan lo que es conveniente y lo que no, y otra serie de cosas que poco a poco irán exigiéndote y accederás a todos estos cambios, manteniéndote cada vez mas atrapado dentro del grupo. 

La verdadera espiritualidad

La verdadera espiritualidad no es “elevada” ni es una carrera en la que deberás competir con los demás, ni es un camino. 

Tal vez por un tiempo esto te ha sido útil para aclarar ciertas cosas dentro de ti, o ha sido una etapa en la que has vivido romántica e intensamente la experiencia, pero ya no. 

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Nos encontramos en un tiempo donde ya no se viste con uniformes espirituales. Se requiere una vivencia más real, una conexión más estable con la tierra y mucha más responsabilidad. 

“Debemos sacudirnos desde el centro de nuestro núcleo y permitirnos a nosotros mismos profundizar hacia la verdadera espiritualidad”.

El amor y espiritualidad verdadera no es un zumbido fugaz e intermitente del SER interior, ni un estallido de luces psicodélicas, ni un estado momentáneo elevado de conciencia. No podemos continuar fabricando burbujas de inmunidad espiritual y vivir atrapados dentro de ellas. Nada de esto sirve ya. 

Debemos desplegar el fuego de la espiritualidad verdadera para despertar y sanar por completo. 

Cuando nos encontramos atrapados dentro de estas formas incorrectas de vivir o ver la espiritualidad, “nos gusta la luz, pero no el calor”. Entonces, es el momento en que despleguemos nuestro calor interior para brillar con luz propia. 

Es tiempo de SER, de vivir de forma plena conscientes y de mantenernos despiertos. Seguro te preguntas ¿Cómo?… simplemente no extermines el fuego, ¡avívalo! No sientas miedo del calor, por el contrario, sumérgete en él y brilla. Cada técnica de respiración, meditación, asanas, etc. Aplícalas ahora.

Evita a las personas con disfraces espirituales

Las máscaras de espiritualidad, solo nos absorben la energía, para así ellos crear su propio mándala, aún más grande, más poderoso y más fuerte.

Es por ello que debes mantenerte atento ante estos disfraces espirituales, busca siempre la autenticidad, el amor verdadero, personas positivas que se conecten con la naturaleza y que sumen cosas positivas a tu vida.

Recuerda que eres el centro de tu propia mándala, y cuando te sitúas en el centro te conviertes en el rey poderoso, capaz de crear tu propio universo. Todo lo que proyecte tu mente, se creará, y te vas a ver a ti mismo creando. 

Sea como sea, no olvides actuar desde el amor y espiritualidad, ser honesto contigo mismo, que tus palabras tengan equilibrio con lo que piensas, con lo que haces; comienza entendiéndote, y sobre todo se tu, seas lo que seas, siempre se tu mismo. 

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