Me quedo sorprendida de confirmar que el ser humano tiene muchas cuestiones espirituales y trascendentales, cuántas preguntas de todos. Y a su vez, me fascina leer la sapiencia que albergan muchas de personas. Lo que me lleva a mi punto de partida,
¿de verdad los humanos estando en este plano terrenal sabemos algo con total evidencia o autenticidad?
Y mi propia pregunta me lleva a mi correspondiente respuesta: no y sí.
Es decir, dentro de la sabiduría interna de mi ser, siento fervientemente que los seres humanos albergamos “recuerdos” o “memoria” de vidas pasadas. Algunos más que otros por las experiencias vividas y por las lecciones aprendidas.
Porque hay almas más viejas y más elevadas que otras. Con lo que éso nos traslada a poseer dentro de nosotros una gran sabiduría innata.
Es como si nuestra alma viniera con un disco duro y al entrar en nuestro cuerpo (antes de nacer) nosotros pudiéramos tomar información. Pero claro, al ir creciendo y vivir con libre albedrío, esa información se va disgregando poco a poco de la conexión interna con nuestra alma y con el supremo conocimiento del todo. Nos vamos separando poco a poco de la “unidad”.
Nos sumergimos progresivamente en el “sueño”, en el “plano de la ilusión”, en ésto que llamamos vida. Nos volvemos Cuerpo, Mente y Alma.
Ahí es cuando empieza una comunicación de mudos, sordos y ciegos; y comenzamos a buscar desesperadamente fuera todo lo que siempre estuvo dentro.
Emprendemos un camino de aprendizaje lleno de múltiples cuestiones, dualidad, polaridades, creencias, creencias inconscientes, transgeneracional, proyecto sentido, juicios, prejuicios, y una serie de tonterías que sólo los humanos somos capaces de hacer.
Todos los seres humanos volvemos aquí para aprender y poder ir ascendiendo.
Sin ir más lejos hasta Jesús, un maestro ascendido, o por ejemplo Dalai Lama, tuvieron momentos de debilidad aquí en nuestro plano terrenal. Y cuestionaron y se cuestionaron.
Por tanto, si vivimos en un “sueño” y, los sueños…sueños son, porque conscientemente no existen sino estaríamos ya del todo “despiertos”, el futuro es el pasado y el pasado es el futuro…
Retomo nuevamente mi punto de partida, ¿de verdad los seres humanos tenemos la seguridad de algo?.
Raquel Zr