Heyoka: El nivel de empatía más poderoso

Los seres empáticos son personas muy sensibles ante energías y emociones de otros, tienen la capacidad de percibir todo lo que sienten otros en su entorno, en el caso de heyoka, se trata de el nivel de empatía más experimentado y poderoso, ya que también son personas con acceso a leer la mente.

A menudo las personas empáticas son muy sensibles a los sentimientos de los demás, lo que hace que también sean mucho mas espirituales, gracias al don que les ha sido otorgado.

Hay que destacar que no solo se trata de una empatia social, sino que un empático heyoka puede percibir lo que el otro siente y piensa, por lo que frecuentemente sus vidas se encuentran influenciadas tanto por el estado de ánimo y las intenciones que tengan otras personas.

¿Qué sienten los empáticos heyoka?

Este nivel de empatía no es algo que se aprenda y mucho menos fácilmente, incluso si te propones la tarea de obtener este don, puede que falles en el intento, ya que ser empático es algo que se da desde el nacimiento y en muchos casos va surgiendo a temprana edad, pero es algo natural no aprendido.

La empatía que experimentan los heyoka, puede tener sus propias consecuencias, ya que el sentir lo que otros sienten y escuchar lo que piensan, puede llegar a ser abrumador, ya que también pueden presentar síntomas físicos de alguna enfermedad o ansiedad.

A menudo son diagnosticados de manera errónea como hipocondriacos;

ya que pueden manifestar dolencias y síntomas que las personas a su alrededor presentan, hasta llegan a ir al médico y no presentan ninguna enfermedad en concreto.

Son muchas las personas que no entienden a los empáticos, ya que no comprenden lo que están experimentando, mientras que los empáticos saben que tienen la capacidad de leer las emociones de los demás.

También son afectados por las energías de otros, un heyoka siempre será influenciado por su entorno de manera inconsciente, por lo que tienden a sentirse ansiosos o tristes, pero dichas emociones pueden ser solamente el reflejo de lo que siente otra persona cercana.

Heyoka es el nivel de empatía más potente

Aunque para algunos empáticos es más fácil bloquear y controlar las emociones que perciben, incluso parecen ignorarlas, en el caso de los heyoka esto es un poco más difícil, ya que lo que pueden percibir va mucho más allá.

Hay que destacar que los heyoka también tienen la habilidad para mostrarles a otras personas sus verdades y rasgos negativos, actuando como reflectores expresivos para los que les rodean y dándoles a conocer en que están fallando o actuando mal.

Las personas con este nivel de empatía, pueden presentar dislexia y una apariencia más joven, también nacen con la capacidad de ayudar a los otros, enfatizando en quienes tienen emociones negativas, guiándolos y ayudándolos a mejorar.

¿Qué pueden lograr los heyoka?

Muchas veces las intenciones de un heyoka se puede malinterpretar, llamándolos irritantes o intrusivos, pero si tienes una conversación con uno de estos seres y luego te sientes ansioso o irritado, quiere decir que estas reflejando las emociones de las que tienes que liberarte y la conversación con este es una gran forma de hacerlo.

De igual manera, si te sientes confiado y feliz después de haber hablado con un heyoka, puede que te este mostrando la importancia de que te sientas de esa manera y hacerte comprender que debes ser más positivo en la vida.

Lo que se aconseja a quienes hablan con uno de estos seres es que acepten sus defectos y eviten culpar a otros por lo malo que les sucede, deben dejar que el heyoka les ayude, abrir un poco más su mente y compartir su experiencia de vida con estos seres.

No huyas de tus rasgos negativos, al contrario reconócelos y busca la manera de sanarlos, también estos seres te ayudaran a darte cuenta que puedes mejorar muchas cosas e influir la vida de otros con tu ejemplo.

La empatía de estos seres te puede ayudar a superar todo, además de brindarte enseñanzas que te ayuden a sentirte satisfecho contigo mismo, aunque no son los más sabios, tienen puesto en práctica su don desde el nacimiento.

Los heyoka son un gran apoyo cuando se les necesite, siempre están dispuestos a dar el mejor consejo, sobre todo en casos en los que te sientas en una encrucijada y debas tomar alguna decisión importante.

Los heyoka también tienen dificultad para relacionarse con otros

Aunque cuentan con la capacidad de entender y percibir las emociones, energías y pensamientos de las demás personas, muchas veces les cuesta relacionarse, quizás por la misma forma en la que deben experimentar sensaciones de los demás.

Pero lo cierto es que siempre tienen respuestas emocionales que pueden compartir, además cuentan con la capacidad de leer el lenguaje corporal y las inflexiones especiales, lo que les ayuda a recopilar mucha más información que normalmente las personas ignoran.

El término “heyoka” proviene de los nativos americanos y su significado es: “payaso sagrado”, pero realmente son espejos emocionales con vida para las personas de su entorno.

El objetivo de estos seres empáticos es indagar en el mundo moderno, en el que la apatía y la simpatía dominan, debido a que las personas promedio son selectivos con la información en la que se van a enfocar.

Aunque estos seres empáticos nacen con el don, todos los seres humanos estamos biológicamente capacitados para percibir las sensaciones de los demás, solo nos falta ser abiertos ante esta experiencia.

Para reconocer los sentimientos de otros se necesita una honestidad especial con nosotros mismos, ya que no todos han desarrollado ese sentido de la empatía, quienes lo hacen tienen un lugar especial en la sociedad.

Lo cierto es que este nivel de empatía y espiritualidad no debe ser visto como algo malo, ya que los heyoka están aquí en el mundo para ayudar a quienes los necesiten, por lo que si se realizara alguna consulta a estos seres, hay que abrir la mente y no quedarse con los sentimientos negativos que se experimenten.

Hay que recordar que son un espejo de todo los rasgos, energías y sentimientos que hay en otros, por ello se vuelve necesario observar y sanar lo negativo que cada uno de los seres humanos poseemos.