Todos, por alguna razón, pensamos que el 1 de enero es el momento justo para empezar a hacer realidad nuestras resoluciones de año nuevo y vemos con optimismo por delante, 365 días llenos de oportunidades.

¿Por qué?, ¿Qué tiene que ver un nuevo año con el hecho de pensar que esta vez sí podremos lograrlo?

Quédate y te lo contamos.

Los humanos necesitamos los retos para sentirse motivados

Así es, y nada más retante que un año completo, nuevo y medible para alcanzar una meta.

El reto hace parte esencial de nuestras vidas para sentirnos capaces ante nuestros ojos y de quienes nos miran.

No hay motivación más grande para el ser humano que el logro alcanzado, pero también del logro aplaudido por otros. Sonará egocéntrico, pero es así, no por nada somos seres sociales, dispuestos a compartir y a establecernos dentro de un conjunto de normas y reglas.

Una vida con propósito

Tal como se titula el libro de Rick Warren, “Una vida con propósito”, los seres humanos llegamos a un punto de nuestras vidas en que hacemos un alto para preguntarnos, ¿a qué vine a este mundo? ¿Cual es el sentido de la vida?

Pues bien, desde la perspectiva individual, quien se hace esa pregunta y logra responderla, (que no es un asunto baladí), intentará acudir al nuevo año para empezar a materializar y cristalizar ese propósito que ha tenido a bien encontrar.

Di adiós a la procrastinación

Metas: ¿por qué empezar un nuevo año las impulsa? 1Metas: ¿por qué empezar un nuevo año las impulsa? 2Aumentar la percepción sobre mi competencia

Tal como lo dijimos en el párrafo anterior en el que nos referimos a los retos, sentirnos capaces de hacer algo es algo típico del ser humano y si podemos usar el nuevo año como argumento poderoso, seguro que estimulará nuestro sentido de la competencia.

Hemos competido a lo largo de nuestras vidas, por alimento, por pareja, por establecernos en una mejor tierra; muchas han sido nuestras motivaciones y cuando vienen acompañadas de 365 días en el calendario, mucho mejor.

Es un borrón y cuenta nueva

Pocos se fijan metas en verano, cuando todo es fiesta y diversión, pero el nuevo año trae consigo esa sensación de dejar lo malo atrás y empezar desde cero porque de seguro este año sí lo conseguiremos.

Apuntarte al gimnasio, dejar el tabaco, salir de deudas entre muchas otras metas, se convierten en las aliadas perfectas del nuevo año para cerrar el ciclo y volver a empezar sin culpas ni remordimiento, lo que pasó el año anterior, se queda atrás y eso refuerza la convicción en nosotros (aunque sea un simple simbolismo), de que el año nuevo traerá mejores cosas en cuanto al cumplimiento de nuestras metas nos referimos.

Un nuevo comienzo, la esperanza de ser mejores

Nadie se embarca en un nuevo proyecto de vida sin la férrea esperanza de que lo conseguirá, muchos nos valemos del nuevo año para arrancar con pie derecho, aunque en marzo ya nos vaya fallando un motor.

Sin embargo, somos tendientes a trazar la meta para año nuevo porque en nuestro fuero interno hay esperanza y la esperanza hace que visualicemos la meta como cumplida.

Preguntas honestas para hacerlo bien desde el principio

Ya que, por lo general vamos a esperar a que un nuevo año comience para conseguir todo aquello que queremos, cabe anotar que puedes ayudarte respondiendo honestamente y para ti las siguientes preguntas:

  1. ¿En qué punto de tu vida crees encontrarte?
  2. ¿En esta ocasión lo harás bien desde el principio? ¿Por qué lo crees?
  3. ¿Eres consciente de que para lograr ese objetivo tendrás que dedicarte, esforzarte y ser constante?
  4. ¿Puedes ser capaz de identificar si tu motivación es intrínseca o viene de fuera? (ejemplo: conseguir más dinero, comprar un piso)
  5. ¿Qué harás para que esta vez sí se cumplan esas metas? ¿Les pondrás fecha, harás un plan?
  6. ¿Eres capaz de visualizarte logrando tu objetivo?

Recuerda que cada nuevo año es una nueva oportunidad para volver a empezar y que todo aquello que quieras cambiar es posible, sin embargo, no debes olvidar que la disciplina debe estar presente si quieres cumplir las metas y que en mayor o menor medida necesitarás de la gratificación para saber si lo estás haciendo bien.

Trata de no salirte del camino y revisa si puedes prolongar la gratificación o si, por el contrario, eres de los que no puede esperar.

Revisa tus metas y trata de diseñarlas lo más específicas y alcanzables, metas demasiado ambiciosas, genéricas o nada realistas pueden tirar por la borda cualquier propósito que quieras alcanzar.

Cuéntanos si ya empezaste con tus metas este 2022 o ¿querrás esperar a que llegue 2023 para impulsarte?

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