perdón

Hemos hablado mucho, y lo seguiremos haciendo, sobre el perdón. Y es que es algo imprescindible para nuestro bienestar, nuestro avance y el del resto del planeta.

A estas alturas queda claro que perdonar a alguien es un acto de amor, en primer lugar hacia nosotros mismos que no queremos seguir cargando con el veneno que el conflicto no resuelto vierte en nuestras venas, es un acto de comprensión de la realidad, que no es otra que cada cual hace lo que puede bajo el nivel de conciencia desde el que opera, y es un acto que nos acerca a la meta: el amor incondicional.

Debemos perdonar y debemos perdonarnos a nosotros mismos por no haber sido capaces de gestionar la situación de otra manera.

En ocasiones es evidente qué ha ocurrido con una persona para que necesitemos perdonar, pero nunca tendremos la certeza de que esa situación no haya sido simplemente un reajuste kármico por una situación pasada en la que nosotros cometimos un acto doloso sobre esa persona.

Es por ello que necesitamos realizar el ritual del perdón, para limpiar la relación desde sus comienzos, sean estos los que sean, con la ayuda de nuestra presencia YO SOY.

Este ritual es adecuado para liberar energías que nos tienen atados y que no nos permiten evolucionar.

Estas energías se expresan en forma de emociones de diversos tipos:

* Culpas ( no me siento merecedor de…)
* Sentimientos de inferioridad (mis padres no me han valorado suficiente en mi niñez).
* Resentimientos (me he sentido tratado injustamente…).
* Dificultad de relacionarse adecuadamente con la pareja (revisar la relación con padre-madre y liberarla a través del perdón), etc…

Ritual del perdón

Este ritual debemos hacerlo para cada persona con la que tengamos un conflicto, pero dejaremos pasar varios días entre uno y otro.

Podemos hacerlo cualquier día a cualquier hora, aunque la energía del arcángel Zadquiel, el encargado de la transmutación y el perdón, está más presente en sábado.

Encendemos una vela (las velas moradas son excelentes para transmutar) y un cono de incienso, igualmente podemos poner el que queramos aunque los hay específicos para limpiar y transmutar.

Abriremos el ritual con el mudra de alineamiento: Mano izquierda, dedos índice y pulgar juntos, e invocaremos a nuestra presencia YO SOY, con el siguiente llamado, podemos también pedir la colaboración del arcángel Zadquiel.

Yo soy equilibrio en acción. Pido energía de purificación. Abro mi canal a la Luz. Pido a mi vehículo superior que tome el mando de mis vehículos inferiores para hacer este ritual.
Visualizo a la persona delante de mí y detrás de ella el Consejo de Ancianos o Tribunal Kármico.
Yo… (tu nombre) invoco a la Ley del Perdón y a través de ella yo te pido perdón:…… (su nombre) por todo pensamiento, sentimiento, palabra o acción incorrectos emitidos hacia ti y por todo daño que te haya causado en ésta o en otras vidas.

(Hacer una pausa y observar si hay alguna sensación o molestia en el cuerpo, porque se están liberando las energías de limpieza, si la hay, pasar la mano como recogiéndola y limpiarla sobre el fuego de la vela para purificarla).

Yo invoco a la Ley del Perdón y a través de ella yo te perdono:….. (nombre de la persona) Por todo pensamiento, sentimiento, palabra o acción incorrectos que hayas emitido hacía mí… y por todo daño que me hayas causado en ésta o en otras vidas.

(Observar si hay alguna sensación o molestia en el cuerpo, porque se están liberando las energías de limpieza, si la hay pasar la mano como recogiéndola y limpiarla sobre el fuego de la vela para purificarla).

Yo invoco a la Ley del Perdón y a través de ella yo…. me perdono: a mí mismo/a por todo pensamiento, sentimiento, palabra o acción incorrectos que haya emitido hacia:……..y hacia mí mismo/a y por todo el daño que le haya causado y me haya causado en ésta o en otras vidas.

(Hacer una pausa y observar si hay alguna sensación o molestia en el cuerpo, porque se están liberando las energías de limpieza, si la hay pasar la mano como recogiéndola y limpiarla sobre el fuego de la vela para purificarla).

Yo te doy la libertad y me libero de mí mismo/a y pongo en manos del Consejo Kármico nuestra situación.

Gracias por todo lo que he aprendido de ti y de nuestra relación.

Visualizaremos el símbolo del infinito entre los dos en color violeta, posteriormente en una luz dorada que nos baña a los dos.

Cerramos el ejercicio con el mudra del alineamiento: Mano derecha, dedos índice y pulgar juntos.

Damos las gracias a los seres que nos han asistido.

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