El budismo zen habla de 10 reinos espirituales al referirse a los distintos estados de la mente, cuatro hablan de niveles evolucionados de la conciencia, y los otros seis hablan característicamente de los no evolucionados.

Los diez reinos espirituales forman parte de creencias budistas, de que existen 10 estados en tu vida en los sentimientos que están sujetos a cada momento, el concepto de los reinos espirituales está presente en la cosmología del budismo zen, y consiste en cuatro estados superiores y seis inferiores.

Estos estados vienen a ser similares a las dimensiones de la consciencia, pero basados más en las creencias budistas.

La escuela de budismo mahayana (una de las dos ramas principales del budismo) se origino en China durante la dinastía Tang, se convirtió en varias escuelas, incluidas escuelas Zen Japonesas de ahí podemos decir  qué es el budismo zen. 

Muchas escuelas de budismo zen los ven como externo, diez planos existenciales muy diferentes a los que se puede nacer en cada vida, muchos lo ven como estados de la mente, que se pueden intercambiar debido a influencias externas e internas.

Los cuatro reinos superiores y nobles

Tradicionalmente en el budismo Mahayana estos cuatro estados superiores son: comprensión, aprendizaje, budeida y bodhisattva, se desarrollan a través de la búsqueda, descubriéndolos y deseándolos, por creer que los seres humanos necesitaran un esfuerzo para poder llegar a estos a partir de sus vidas.

  • El aprendizaje: es una condición la cual se busca alguna habilidad, verdad última o auto mejora a través de enseñanzas de los demás, para poder acceder a este estado, las personas deberán primero desarrollar la sabiduría de la naturaleza de las cosas, libre de sueños y desilusiones.

Este estado de budismo zen se caracteriza por siempre buscar la verdad a través de orígenes externos, como escritos y personas, se puede comparar al concepto de discípulo o sravaka.

  • La realización: este estado descubre la verdad parcial a través de sus propias observaciones, esfuerzos, concentración y meditación personal, siempre para acceder a este estado, el experimentado deberá haber comprendido que las fuentes del saber externo son inferiores a las internas como su mente.

Este estado se caracteriza por buscar la verdad y la comprensión a través de una percepción interna, que se compara al concepto de iluminación de budismo zen o Pratyekabuda. 

Los estados del budismo zen anteriores se conocen en conjunto como dos vehículos, que se basan en el deseo de desarrollar el conocimiento, el ego está presente y limita.

  • Bodhisattva: en este estado la persona no solo desea la iluminación personal, también buscará la liberación del sufrimiento de los demás, a través de nuevas acciones generosas y compasivas, como ayudando desinteresadamente a todos. 

Se caracteriza por el sentimiento de felicidad plena que da el hecho de ayudar a todos, es superior al de la felicidad que uno consigue para uno mismo.

  • Budeidad: uno de los estados más altos de todos, es la condición de pura e indestructible felicidad y no depende de las circunstancias personales, lo que los experimentan están libres de toda la desilusión, miedo y sufrimiento.

Esta condición es de libertad perfecta y absoluta, por su sensatez, sabiduría prudencial, ilimitada, coraje, compasión y mucha fuerza vital.

Este estado es muy complicado de detallar, y se obtiene solo a través de la percepción  directa e interna de la realización.

Este estado se caracteriza porque no confía en lo externo para poder conseguir la felicidad plena.

Los seis reinos inferiores

Estos reinos de budismo zen o de existencia o inferiores son: hambre, infierno, ira, animalidad y éxtasis, aparecen en la vida de las personas como respuesta a su entorno.

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La totalidad de los seres sintientes pasaran la mayor parte del tiempo moviéndose entre estas seis condiciones de vida, del infierno al paraíso, dominados por las reacciones a las influencias externas y por consiguiente muy vulnerables a cualquiera de los seis reinos inferiores, la identidad en la realidad está asentada en agentes externos.

  • Infierno: esta condición de agresión claustrofóbica total, donde se percibe carencia de libertad en las acciones al tener energía física y mental mínima, el ser siente que está atrapado por las circunstancias y se siente dominada por la ira frustrada y la urgencia de destruir y poder autodestruirse, esta estado se compara con el reino de los Narakas.
  • Hambre: este estado se caracteriza por los deseos insaciables de la posesión que gobierna el resto de las acciones: alimentación, fama, poder, fama, placer, envidia, etc. 

Las personas están atormentadas por la poca habilidad y lentitud existente para poder conseguir satisfacer sus deseos, este estado es comparable al reino de los espíritus del hambre o pretas.

  • Animalidad: es la condición en la cual la persona es gobernado por su instinto, no tendrá ningún sentido de virtud y vive solamente para poder vivir el presente, la persona no dudara en poder realizar los actos para conseguir algo personal.

Esta condición se compara al reino animal.

  • Ira: en este estado las personas son dominadas por el ego, la competitividad, la arrogancia y la necesidad de ser principal en todas las cosas,  las personas que lo experimentan es esclavo de sus propias desilusiones.

Se caracteriza  por poder ver a los demás como una amenaza en potencia, este estado se compara al reino de los asuras o semidioses.

  • Humanidad: en el reino humano, en el reino de la humanidad o idealismo de las pasiones, es el estado en el cual la cabida para diferenciar y la mente pensante estarán desarrolladas.

Esta condición se caracteriza por ambición pasional, por los ideales indeterminados y modelos de rol y es la única de los estados inferiores ya que sabe su potencial y tiene motivación de sobra para superar el sufrimiento.

Esta situación se compara al reino humano.

  • Éxtasis: es el reino de los Deva o Dioses, la condición es de placer total, cuando los deseos son superados por experiencias d la vida corta pero intensa en sentimiento de disfrute.

Diferentemente de la verdadera felicidad conseguida con la Budeidad, este período es estacional, como la humanidad, fácilmente destructible con pequeños cambios en circunstancias.

Esta condición se puede comparar con el Reino de los Deva o Dioses.

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