Hace unos días, si encendiste la tele, leíste las noticias o te cruzaste con algún ser vivo al salir de casa, debes estar enterado del reciente anuncio apocalíptico de la OMS. Si nos remitimos a los miles de titulares y al millar de chistes creados en torno al tema, nos encontramos con cosas como “Las salchichas producen cáncer”, “Comer carne causa el mismo daño que fumar”, “Je suis bacon”, “No podemos comer más jamón” y pare usted de contar.
¿Eres de los que ha leído más? ¿Has acudido a la noticia original?
Si eres de los que se preocupan verdaderamente por su salud y decides seguir leyendo este artículo, te voy a contar lo que realmente sucedió y lo que opino yo y gran parte del gremio de nutricionistas al respecto.
El hecho: El CIIC, órgano de la Organización Mundial de la Salud (OMS) especializado en el cáncer clasificó a la carne procesada como ‘carcinógena para los humanos’ (Grupo 1) y la carne roja como ‘probablemente carcinógena para los humanos’ (Grupo 2 A). Más específicamente, se realizaron estudios que le relacionaron con el desarrollo de cáncer colorrectal, mejor conocido como cáncer de colon.
La conclusión más lógica al leer todos los titulares de las noticias es pensar que si como carne roja (res, ternera, cerdo, cordero, caballo o cabra) o procesada (salchichas, cecina, salsas de carne, etc.) me va a dar cáncer de colon. Pues no necesariamente. A mayor consumo de estos productos mayor es la probabilidad de sufrir de esta enfermedad. Para ser más preciso, consumir 50 gramos diarios de carne procesada, aumenta un 18% la posibilidad de sufrir cáncer de colon. Si ya la probabilidad es de un 5%, sube a 6%. Yo particularmente, como profesional del área de la salud, me sentí aliviada de que se haya alertado a la población de esta manera aunque esto haya generado pánico. Y es que, la principal causa de muerte en el mundo no es el cáncer, ¡son las enfermedades cardiovasculares!
La hipertensión, infartos al miocardio, son problemas cuyos factores de riesgo están bastante relacionados con el consumo de carne y en general con lo que comemos. Según la Fundación Española del Corazón (FEC), los 5 principales factores de riesgo para sufrir problemas del corazón son los siguientes:
-
COLESTEROL -
HIPERTENSIÓN -
DIABETES -
TABAQUISMO -
SEDENTARISMO
El resto de factores abarcan: mala alimentación, obesidad, tabaquismo y estrés, entre otros. Os aconsejamos que os paseís por nuestra sección de vida y alimentación sana para más información de un estilo de vida saludable.
¿Cómo se relacionan todos estos factores?
El infarto, una de las principales causas de muerte por problemas cardiovasculares suele ocurrir en personas con niveles altos de colesterol, con o sin antecedentes de hipertensión. La hipertensión suele aparecer en personas sedentarias y está relacionada con acumulación de grasa en las arterias, provocada a su vez por un aumento de los niveles de colesterol y triglicéridos. El aumento de los niveles de colesterol es provocado por una dieta inadecuada, alta en grasas saturadas y baja en ‘grasas saludables’ (mono y poliinsaturadas).
la principal causa de muerte en el mundo está estrechamente relacionada con la forma en que comemos
Reducir los niveles de colesterol por debajo del límite (<200) reduce considerablemente el riesgo de sufrir un infarto. A continuación te doy una lista de los principales alimentos que aumentan el colesterol en la sangre:
- Alimentos de origen animal: carnes, aves (sobre todo la piel, lácteos no desnatados, queso y mantequilla
- Bollería industrializada
- Aceites vegetales sometidos a cocción: cuando se fríen o se guisan alimentos con aceite, etc.
Así como se ha realizado este anuncio respecto a la carne, también fuentes no oficiales han anunciado que el consumo de pescado es nocivo para la salud por el contenido en metales pesados, que la leche y los lácteos provocan inflamación y también son responsables del cáncer, que las aves son alimentadas de formas poco apropiadas y que eso impacta en nosotros…etc. ¿Nos hacemos todos vegetarianos? ¡No! Que los vegetales y las frutas tienen pesticidas.
¿Qué podemos hacer entonces entonces?
Lo cierto es que de forma natural o por la manipulación que se hace actualmente en los cultivos, es inevitable consumir sustancias nocivas. La solución está claramente en el equilibrio, el consumo de una alimentación variada que incluya alimentos de todos los grupos en cantidad y frecuencia moderada. Basándonos en las recomendaciones que nos ofrece la FEC, repasamos cuáles son los componentes de una dieta cardiosaludable:
Disminuir la cantidad total de calorías
Dsiminuir las calorías en la dieta para conseguir un peso cercano al ideal puesto que la obesidad es uno de los factores de riesgo para las enfermedades cardiovasculares
- Reducir la ingesta de sal, utilizando en su lugar condimentos como ajo, cebolla, etc.
- Evitar las grasas de origen animal: carnes rojas, bollerías y embutidos
- Evitar alimentos industriales: refrescos, pastelería y comidas precocinadas
- Moderar el consumo de alcohol
- Aumentar el consumo de grasas saludables (mono y poliinsaturadas) presentes en alimentos como el pescado azul, los frutos secos y el aceite de oliva
- Consumir frutas por su contenido en fibra, vitaminas, minerales y antioxidantes
- Preferir formas de cocción sin aceite como hervido, horneado, a la plancha, al vapor o en microondas en lugar de frito o guisado con aceite
- No consumir la grasa visible de carnes o aves (piel)
Si lo deseas y tu presupuesto te lo permite, también puedes reducir el consumo de sustancias nocivas reemplazando las frutas y verduras tradicionales por sus equivalentes ecológicos, producidos sin la utilización de sustancias químicas.
Conclusión:
La recomendación para el consumo de carnes rojas y carnes procesadas se limita a dos veces por semana, incluso antes de que la OMS realizara el anuncio en cuestión. ¿Lo reducimos? Si quieres consumirlo dos veces por semana recuerda que tu salud no sólo depende de ello. Una alimentación equilibrada que te conduzca a un peso adecuado y a mantener niveles de colesterol y tensión arterial entre los límites deseados disminuye la posibilidad de que sufras de enfermedades no transmisibles. Si le vas a dar importancia a la carcinogenicidad de la carne, dásela a todo lo demás:
Practica ejercicio, bebe agua y duerme bien, procura ser saludable de forma integral
